CIUDAD DE
MÉXICO (CNNMéxico) — El avance
de la reforma laboral en el Congreso mexicano ha llevado a los partidos de
izquierda a preparar acciones legales y políticas para impedir la posible
entrada en vigor de la medida, que consideran perjudicial para los
trabajadores.
De no aceptarlos, también tiene la posibilidad de mandar para su promulgación
los puntos en los que sí están de acuerdo ambas cámaras. Entre ellos, la
creación de nuevas modalidades de contratación, el pago por horas y las
normas sobre subcontratación o outsourcing, que la
izquierda ha calificado como un “atentado” contra los trabajadores.
Silvano Aureoles, líder de los diputados del Partido de la Revolución
Democrática (PRD), anunció este jueves que el perredismo está redactando una
acción de inconstitucionalidad contra la reforma.
El recurso legal deberá presentarse ante la Suprema Corte de Justicia de la
Nación (SCJN), máximo tribunal del país, que tendría que resolver si la reforma
respeta o no la Constitución.
En 2007, la Corte determinó que una serie de reformas a las leyes federales de
Radio y Televisión y de Telecomunicaciones —conocidas coloquialmente como Ley
Televisa por
presuntamente favorecer a esa televisora, la más grande del país— eran
inconstitucionales porque contradecían el artículo 28 de la Carta Magna, que
prohíbe los monopolios.
Alejandro
Sánchez Camacho, secretario general del PRD, dijo a CNNMéxico que su partido
considera que la discusión de la reforma laboral violó la Constitución, porque
la propuesta fue presentada como iniciativa preferente y empezó a debatirse sin
que existiera una legislación secundaria que la regulara.
La iniciativa
preferente es una
nueva figura legal que obliga a cada cámara legislativa a votar a más tardar en
30 días un documento que el presidente marque como prioritario. Sin embargo, la
ley no aclara aspectos como los plazos que deben acatar las cámaras en caso de
tener que hacer nuevas revisiones a un texto.
“Estamos
hablando de que desde el inicio fue un proceso parlamentario viciado”, dijo
Sánchez Camacho.
En semanas recientes, el
excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador también advirtió de la
posibilidad de tomar acciones legales para detener la reforma.
Durante un encuentro con legisladores de la izquierda en el Senado, dijo que
ayudaría a los inconformes a promover amparos contra
la reforma a través del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
López
Obrador compitió por la presidencia en 2006 y 2012 con la coalición que
formaron el PRD, el Partido del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (antes
llamado Convergencia).
En septiembre anunció su
separación del bloque para intentar formar un nuevo partido sobre
la estructura de Morena, aunque asegura que se sumará a sus antiguos compañeros
para frenar a la reforma laboral.
Protestas
y represalias
Algunos
militantes de la izquierda contemplan convocar a protestas públicas contra la
reforma. Uno de ellos es el exdiputado Gerardo Fernández Noroña, del PT, que
llamó a una manifestación en el Senado el próximo martes, cuando se prevé que
llegue al recinto el documento avalado por los diputados.
“Convocamos
al sentón en el Senado, el martes 12, a las 6 am”, escribió en Twitter. “No sean
ingenuos. Hay que ir al paro, no al amparo”.
Sánchez
Camacho señaló que el PRD no ha definido si también llamará a protestas
públicas, aunque aseguró que respaldará las que organicen los sindicatos que le
son afines.
“Hemos
acompañado las acciones de resistencia de las organizaciones sindicales. En
diversas movilizaciones nuestro partido ha estado presente, porque de
preferencia debería ser una acción de las organizaciones sindicales. Esto no
evita que nuestro instituto político evalúe un plan de acción en torno a
detener la reforma laboral”, dijo.
Se rompe
la alianza
La
izquierda también afirma que el aval a la reforma sin puntos sobre democracia y
rendición de cuentas en los sindicatos “lastimará” su relación con el Partido
Acción Nacional (PAN), que en diciembre entregará el gobierno al Partido
Revolucionario Institucional (PRI).
El PAN y la izquierda habían
acordado impulsar nuevas obligaciones sindicales, pero los diputados
panistas se sumaron este jueves a la propuesta del PRI de retirar esos temas,
bajo el argumento de que tratar de conservarlos ponía en riesgo toda la
reforma.
“No
se puede ir contra todo y a favor de nada”, dijo en rueda de prensa Luis
Alberto Villarreal, líder de los diputados del PAN. “Voy con ellos con mucho
gusto hasta donde se puede ir”.
El
legislador agregó que el PAN no teme represalias de la izquierda y cree posible
seguir construyendo alianzas en otros temas, pese a los reclamos de varios
integrantes de PRD, PT y Movimiento Ciudadano.
Jesús
Zambrano, líder del PRD, consideró por el contrario que la decisión del PAN sí
afecta eventuales coaliciones legislativas o electorales entre ambos
partidos.
“Pone
en cuestionamiento la posibilidad de mantener acuerdos consistentes, como se
dijo la semana pasada, por los próximos seis años, y por supuesto que introduce
una clara sombra de duda sobre la posibilidad de realizar alianzas electorales
con el PAN el próximo año. Creo que lastima la relación entre el PRD y el PAN”,
dijo a medios.
Hasta
este jueves, las dirigencias del PAN y del PRD habían reconocido la posibilidad
de aliarse para los comicios locales de 2013. Ambas fuerzas se unieron en las
elecciones estatales de 2010, cuando ganaron al PRI los gobiernos de Oaxaca,
Puebla y Sinaloa.
Fuente Original: CNN
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