Foto: CNN México |
Nota Original: John Ackerman
Dos días después de
que la canciller alemana, Angela Merkel, fue repudiada en Atenas por miles de
manifestantes debido a su vergonzoso papel en la imposición de drásticas
medidas de austeridad sobre el pueblo griego, Enrique Peña Nieto
acudió a Berlín para ofrecer a ella y al capital financiero europeo nuevas
oportunidades para saquear nuestro país. Del mismo modo en que el presidente
electo mexicano inició su gira en América Latina visitando a los más destacados
representantes de la derecha continental, Álvaro Uribe y Otto Pérez Molina,
ahora en Europa se reunió primero con Merkel y, hoy lunes, se encuentra con el
presidente español Mariano Rajoy, del derechista Partido Popular.
Cuando Peña Nieto viajó al sur del continente fungió como vil
representante del aparato de seguridad estadunidense al ratificar su
compromiso con la guerra contra las drogas y sugerir la importación del Plan
Colombia a México. Hoy, el presidente-electo actúa como vendedor de oficio al
ofrecer a precio de remate nuestro tan preciado oro negro y presumir los
beneficios de la reforma laboral que abarataría la fuerza de trabajo
de millones de mexicanos.